Limpiar el reloj y la correa de manera frecuente y con un paño suave.
Evitar el contacto con productos químicos o fricciones con superficies abrasivas.
Realizar el cambio de pilas en centros oficiales. No dejar puesta una pila desgastada en el interior del reloj.
Realizar controles periódicos para comprobar la hermeticidad y guardar el producto de manera correcta.